El perro destructor - Causas y
soluciones
Los perros
destructores son
un gran problema para mucha gente y, muchas veces, para ellos mismos. Esos
perros que se dedican a masticar los
muebles, los zapatos, las plantas y todo lo que
encuentran, suelen terminar abandonados o en un
albergue en espera de una familia que quiera adoptarlos. Igual suerte suelen
correr los canes que destrozan el jardín cavando huecos donde les da la gana.
Lamentablemente,
las conductas
destructivas son
muy frecuentes en los perros y son muy pocos los dueños que cuentan con la
paciencia y la consideración necesarias para entenderlas, así como las técnicas
adecuadas para corregirlas. Masticar cosas y cavar son conductas naturales en
los perros, tan naturales como respirar, alimentarse o hacer sus necesidades.
Por supuesto, algunas razas tienen más necesidad que otras de expresar dichas
conductas. A los terrier, por ejemplo, generalmente les encanta cavar y en
muchos casos es imposible evitar que lo hagan. La conducta de masticar cosas es
más común en todos los canes, pero los perros de caza y
otras razas criadas
para trabajos duros suelen tener más marcada esta conducta.
Corregir la conducta destructiva del perro
adecuadamente
Aunque
masticar cosas y cavar en el jardín son conductas inapropiadas para los
humanos, también son conductas muy naturales para los perros y, por eso, no es
conveniente tratar de erradicarlas. Lo mejor que puedes hacer para prevenir y
solucionar problemas de destrucción es redirigir las conductas destructivas hacia objetos
resistentes o
lugares adecuados. Es decir que, más que adiestramiento canino, tienes que
llevar a cabo un programa de enriquecimiento ambiental para tu perro (aunque
algo de adiestramiento también hay en estas soluciones).
Los
entrenadores de la vieja escuela tienden a solucionar los problemas de perros
destructores mediante el castigo. Simplemente castigan a los perros cada vez
que éstos empiezan alguna de las conductas destructivas. El problema con ese
enfoque es que suele causar más problemas que aportar soluciones. La mayoría de
los perros desarrollan otras conductas inapropiadas en respuesta a esos "tratamientos"
e incluso pueden aumentar la intensidad y frecuencia de las conductas
destructivas. Por eso, en este artículo encontrarás soluciones a través de la
redirección de las conductas destructivas, y no a través del castigo. Es decir que, en lugar de enseñar a tu perro a no
masticar y no cavar, le enseñarás a masticar solamente sus juguetes y cavar
solo en un lugar determinado construido específicamente para eso.
La
estrategia de redirigir las conductas inapropiadas es equivalente al enriquecimiento
ambiental que
se hace en los zoológicos modernos. No solo sirve para solucionar el problema
en cuestión, sino también para mantener la salud psicológica y emocional de los
animales (y muchas veces mejorar la salud física a través del ejercicio).
Por
qué los perros destrozan cosas
Los
perros y los humanos evolucionamos juntos, logrando una convivencia muy buena
entre ambas especies. Sin embargo, las mascotas que tenemos en la actualidad
(perros u otros animales) no disfrutan de libertad real. Tienen muchos beneficios
pero son animales cautivos. Los perros mascota no tienen la libertad de
desplazarse a donde ellos quieren cuando así lo desean. Además, deben
permanecer solos en casa por muchas horas, sin tener nada que hacer ni contar
con alguna manera de controlar su ambiente. Por eso salen a flote conductas que
para ellos son naturales y no tienen nada de malo, pero que nosotros
consideramos problemas de comportamiento porque tienen efectos negativos sobre
nuestras pertenencias.
No
es de extrañar, por tanto, que los perros destrocen cosas cuando se quedan
solos y sin una actividad que realizar en un ambiente que, aunque familiar para
ellos, es artificial. No se pueden conocer todas las razones por las que los
perros destrozan las cosas, pero las cinco causas más comunes
son las que ves a continuación:
Personalidad
Algunos
perros simplemente son más destructores que otros. Aunque no se puede echar la
culpa completamente a la genética, la herencia tiene, sin duda, un impacto en
la frecuencia e intensidad de las conductas destructivas de los perros.
Por
ejemplo, los terrier suelen ser perros que disfrutan cavando en el jardín, en
busca de animales de madriguera. En cambio, los pequineses o los bulldog tienen
menos tendencia a cavar y suelen disfrutar más masticando algo hasta hacerlo
pedazos.
Aburrimiento
Los
perros suelen destruir cosas cuando sus propietarios no están. Como no tienen
nada más que hacer y necesitan quitarse el aburrimiento, muchos perros se
consiguen alguna actividad que los mantenga entretenidos. Como no pueden jugar
con la consola o ver la tele, mastican los muebles, cavan en el jardín o ladran
(esto último no tiene que ver con la destrucción pero puede ser muy molesto
para los vecinos).
Es
lógico que cualquier animal que se quede solo por muchas horas cada día se
aburra y busque una manera de vencer el aburrimiento. Aunque ocurre
especialmente en perros de razas desarrolladas para la caza o el trabajo
(perros de protección), lo cierto es que se trata de un estado de ánimo que
sucede con frecuencia en todas las razas de perros.
Ansiedad
Los
perros son animales sociales que necesitan contacto con otros seres, incluso
aquellos que no forman una jauría. Masticar y cavar son actividades que les
ayudan a reducir la ansiedad que sienten cuando se quedan solos.
Esta
ansiedad es normal y no la debes confundir con la ansiedad por la separación que
se da en algunos perros. La ansiedad por separación es un problema serio que,
aunque tiene algunos síntomas similares a los del perro destructor normal, produce conductas extremas porque los perros
entran en pánico cuando se quedan solos.
Frustración
Cuando
un perro se queda encerrado solo en la casa, no tiene ningún control sobre su
ambiente. No puede conseguir nada de lo que quiere, no puede ir a investigar
los ruidos extraños que escucha afuera, no puede abrir las puertas para ir a
jugar, etc. Esta incapacidad para manipular el ambiente crea mucha frustración
en cualquier animal, frustración que puede ser reducida o eliminada mediante
ciertas actividades que pueden ser divertidas o no, pero mantienen al animal
activo.
¿Alguna
vez has visto a un león o un tigre de circo en esas jaulas pequeñas en las que
los transportan? ¿O quizá algún gran felino en un zoológico "antiguo"
encerrado en esas jaulas victorianas tan pequeñas en las que el animal no tiene
nada que hacer? Esos animales suelen desarrollar conductas
estereotípicas, como caminar de un lado a
otro una y otra vez. Esas conductas sirven al animal para relajarse y reducir
la frustración.
De
esta forma, masticar cosas y cavar son dos conductas que pueden convertirse en
estereotipias para los perros que se quedan solos por muchas horas día tras
día. Masticar y cavar tienen para los perros un efecto relajante que les ayuda
a pasar el rato. Es algo así como reventar las bolitas de plástico que vienen
en las láminas que recubren los productos frágiles. ¿Alguna vez has reventado
esas bolitas? Es adictivo, aunque no tenga ningún sentido. El tiempo pasa
volando y uno no se da ni cuenta.
Mala educación
Alguien
dirá: "¡Si el perro destroza las cosas es porque es un maleducado!".
Pero no me refiero solo al hecho de destrozar las cosas, sino al por qué lo
hace. Muchos perros son entrenados para destrozar cosas, ¡verdad!
Cuando
son pequeños, la gente se alegra y felicita a los tiernos cachorritos casi por
cualquier tontería que hacen, aunque esas cosas sean inapropiadas. Por ejemplo,
el cachorro de tres meses transporta hasta su cama un zapato más grande que él
(o cualquier otro objeto que en su boca parezca gracioso) y los miembros de la
familia ríen ante su comportamiento y lo acarician, en lugar de corregirlo.
Después
de ocurrir situaciones similares de forma repetida, no es de extrañar que el
perrito aprenda a destrozar las cosas porque su conducta es reforzada
socialmente con la aprobación del grupo familiar. Aunque la aprobación no venga
en lenguaje canino, los perros son muy observadores y su evolución junto a los
humanos los ha llevado a comprender muchas de las actitudes y lenguaje corporal
de nuestra especie, por lo que sus conductas pueden ser reforzadas socialmente
por las nuestras.
Tres
años después, la familia que alentó al cachorro a ser destructor se estará
preguntando por qué su perro es tan malo y maleducado, y empezarán a buscar la
ayuda de un entrenador.
Prevenir
y solucionar la conducta destructiva de los perros
La
mejor manera de prevenir y solucionar la conducta destructiva de los perros consiste
en enseñarles a masticar solamente sus juguetes y cavar solo en lugares
apropiados. De esta forma, en función de la causa que provoque que tu perro
destroce las cosas o cave huecos en el jardín, deberás seguir una estrategia u
otra. Si por ejemplo lo hace por aburrimiento o ansiedad, una de las soluciones
más efectivas es comprarle un juguete tipo Kong adaptado a su tamaño y
ofrecérselo antes de irte. No te pierdas el artículo en el que te contamos cómo
usar un Kong de manera eficiente y pon en práctica los conejos.
Así
mismo, tal y como hemos visto en el apartado anterior, todas nuestras
reacciones ante las diferentes conductas de nuestro perro influyen. Por ello,
por muy gracioso que te parezca que tu chihuahua de tres meses sea capaz de
transportar un objeto que pesa más que él, debes corregir esta conducta
retirando el objeto en cuestión, diciendo un contundente "NO",
ofreciéndole uno de sus juguetes a cambio y acariciándolo para que interprete
que ese objeto sí puede tomarlo. Recuerda que el refuerzo positivo siempre es
la mejor forma de educar a un animal.
En
cambio, si tu perro destroza las cosas solamente al caminar porque es un pitbull de
casi 30 kilos y tú vives en un apartamento pequeño atiborrado de adornos, quizá
la mejor solución sea mudarte a un hogar más grande o retirar los objetos
decorativos que puedan obstaculizar el paso de tu perro.
Por
otro lado, si el motivo de la conducta destructiva de tu perro es que pasa
demasiadas horas al día solo en casa y, por ende, el kong no consigue
entretenerlo durante todo este periodo de tiempo, deberás intentar adaptar tus
horarios para dedicar un poco más de tiempo a tu peludo compañero. Ten presente
que los perros son animales que necesitan tiempo y dedicación,
no vale con darles de comer, bañarlos una vez al mes, llevarlos al veterinario
cuando les tocan sus vacunas y sacarlos a pasear durante 10 minutos para que
hagan sus necesidades. Debes dedicar tiempo a jugar con él, realizar paseos más
largos para que pueda liberar toda la energía acumulada y, por qué no,
relajarte con él para que note que estás ahí.
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